viernes, 10 de agosto de 2012

CUANDO SEA FELIZ


Podemos pagar a otros para que limpien nuestra casa, nos hagan la declaración de la renta, nos enseñen inglés o nos operen. Podemos permitirnos un buen masaje, incluso sexo o un viaje psicodélico con drogas para conseguir un atisbo de ese éxtasis que se nos antoja resbaladizo en la vida diaria.

Podemos conspirar y manipular para prosperar en la empresa y acceder a puestos de poder con el fin de que nos obedezcan. Pero nadie puede hacernos felices, porque ese es un estado que ni se compra ni se alcanza a través de los demás.

Lo que en este libro se propugna es sencillo, aunque no fácil. En una cultura que celebra la velocidad y la gratificación instantánea, Mónica Esgueva propone un camino diferente, casi revolucionario: debemos olvidarnos de los atajos y hacernos responsables de nosotros mismos. Tenemos que crecer, dedicarnos tiempo, esfuerzo e incluso cierta disciplina. Sólo así alcanzaremos la verdadera felicidad.

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